El estrés heredado de las implementaciones digitales aún causan estragos entre los líderes de las industrias, volviéndolos reticentes a nuevos procesos de implementación. Por eso, cuando hablamos de transformación digital, pensamos que la gente va primero.
La transformación digital es hoy una oferta multicanal; con clases impartidas por universidades, consultoras expertas y hasta gurúes.
Les quiero presentar una transformación digital realizada durante la implementación de uno de nuestros servicios, para un cliente en Latinoamérica.
Un consejo para lo que sigue; los paradigmas no son buenos en este caso ya que se aplicó en uno de los países con menor conectividad en la región, donde el 50% tenía acceso a Internet en 2015 (fuente CEPAL).
Una empresa líder en su rubro, requería de una solución tecnológica que permitiera visibilizar y controlar la cadena de abastecimiento.
Mediante nuestra metodología de diagnóstico pudimos detectar las brechas y la mínima customización necesaria para que nuestra solución fuera adoptada de la forma más rápida posible en la organización.
Los resultados hablan por sí solos:
Y es que desde nuestra primera visita de prospección, hasta la aceptación de nuestra propuesta y consecuente implementación tomamos más tiempo que; en lograr que la empresa opere en forma autónoma, con tasas de éxito sobre el 99% (más sobre esto a continuación) y con más de 9.000 transacciones por mes, realizadas en los 4 meses que tomó esta verdadera transformación digital.
Los objetivos cumplidos fueron símiles a los de muchos procesos de similares alcances con quizás las diferencias más notables en: los tiempos; la posibilidad de aumentar la oferta de soluciones y; la mejor de todas: "el agradecimiento de las personas involucradas, por la reducción del tiempo utilizado para realizar su trabajo".
Este es un punto clave y algo que se omite en la implementación de tantas soluciones que de sólo escucharlas, los líderes de la empresa se angustian y visualizan una serie de inconvenientes por venir.
Una buena noticia; las tendencias actuales, basadas en gran parte -declarada o no- en los formatos de trabajo del sistema Toyota (TPS) o comúnmente conocidas como Lean, están modelando nuevas formas de hacer las cosas en el lado occidental y específicamente más abajo, en el sudamericano.
Varias de sus técnicas, como la de la observación y aplicación en terreno, sumada a la de la creación de soluciones multidisciplinaria, entre tantas otras, son el sentido común de quienes quieren realmente transformar todo y lo digital es sólo una herramienta más.
Nada de esto funcionaría si no es rigurosamente controlado y es donde nuestra validación de la transformación digital toma forma; medimos si nuestros usuarios son capaces de utilizar la aplicación y cuál es la tasa de error al hacerlo -dichosa sorpresa en este caso-, con usuarios que variaban en sus conocimientos desde la ingeniería hasta no haber asistido al colegio...
Por último y lo más importante, nuestro usuario: (Nombres, cargos y empresas omitidas).
¡Contáctanos! Nos encantaría conversar sobre cómo OSA puede ayudarte a alcanzar tus objetivos.